Los amantes a la naturaleza, estaremos enfadados, cabreados, impotentes. Sin encontrar ninguna solución a todo lo que ocurre en nuestro maravilloso Planeta llamado Tierra.
Algunas veces me he preguntado que se meten en el bolsillo esos energumenos que quieren ver arrasados de la fax de la tierra cualquier indicio de masa forestal, por muy pequeña que sea.
Cuando llegan las estaciones sobre todo lo que se refiere a invierno y verano, nos solemos lamentar con mucha frecuencia, nunca estamos a gusto con él día que nos ha tocado vivir. Si es invierno por que son cada vez más crudos en cuanto al frío y las catátrofes que suelen darse en varias partes del Planeta. Sin acordarnos en ningún momento que la mayoría de nosotros estamos poniendo todos los medios a nuestro alcance para que eso se produzca.
En verano ocurre un tanto de lo mismo, con tanto calor, que como se suele decir da la sensación que las piedras se derriten. Y que hacemos para que siga ocurriendo cada vez con más frecuencia, pues pegarle fuego al monte. Que parece ser que está de moda el hacerlo.
Cuando se acabaran los incendios me pregunto. Me da pena el pensarlo y más decirlo pero los piromanos, si lo saben y seguro que se estarán frotando las manos como diciéndome algún día te enterarás.
Los gobiernos todavía no han pensado que castigo se merecen, o acaso están esperando a que no quede ningún árbol para poner esas leyes que remedien de alguna forma el castigo que le estamos proporcionando a nuestro Planeta sin merecerselo.
Con la agradecida que es la Naturaleza, que llueve un poco y cómo los árboles lo agradecen y tan malos y sin sentimientos que somos los humanos hacia ella.
Lo he dicho muchas veces y no me cansaré de hacerlo, aquellos que quieren ver arrasado el planeta, yo les daría un castigo ejemplar. Llevarlos a cualquier desierto y, ya que les gusta pegar fuego que lo hagan con las piedras de esos lugares.
Francisco Domínguez.
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