martes, 3 de noviembre de 2015

EMIGRANTES.

  ¡Que levante la mano, el que quiere ser EMIGRANTE!
  Con las fatigitas que han tenido que pasar, primero, el pensar, que es lo que me espera hacer, si yo me quedo en mi ¨Patria Chica¨. En que trabajo, como formo una familia el día de mañana, que porvenir me espera, mis padres están en la misma situación, pero ellos son ya mayores y su vida es otra, yo no puedo pensar en eso; tengo que volar a otra comunidad, que sea más productiva que la mía, o dar el salto hacía el exterior, a otro País, donde al cambio de moneda tenga más ventajas, tengo que realizar lo que sea más práctico y sencillo para mí. No puedo estar pensando, de que la vida me va a cambiar, quedándome en este lugar, puede, si tengo un poco de suerte, que pueda retornar algún día, al pueblo que me vio nacer, posiblemente ya Jubilado, pero quiero que mis últimos años pasarlos, con la familia que todavía me quede y puede que algunos amigos de mi época y conocidos.
  ¿No os podéis hacer una idea, lo muchísimo que me he acordado, todos los días de mi vida, de tener que dejar lo que tanto quería?
  Cuando ponía la Radio y escuchaba a uno de mis cantantes Favoritos: JUANITO VALDERRAMA, CANTAR. ¨EL EMIGRANTE¨. Se me ponía la ¨Carne de Gallina¨, cuantas lágrimas no he derramado acordándome de todos, y de toda; de todos mi familiares y amigos; y de toda mi vida con mi gente en mi pueblo. Cuantas añoranzas perdidas durante tantos años, cuantos sufrimientos, acumulados, esperando siempre, ganar un poquito más, para retornar lo más pronto posible, y poder rehacer mi vida con los míos, sin poder conseguirlo nunca.
  Cuando algún familiar escribía, contando algunas noticias que pasaban en el pueblo, al recibir la carta lo primero que afloraba a nuestro rostro, eran algunas lágrimas, eso antes de saber lo que ponía en el papel, si luego tenía uno la suerte, de que eran buenas noticias se reía uno, para sus adentros, pensando siempre en Volver, y si, por el contrario eran malas, echaba uno en falta no haber podido estar en ese lugar, ese momento tan señalado.
  La suerte que tuve al tener que salir de mi tierra, es que me dejé, esperándome, a esa ¨chica¨, que tanto quería y cuando tuve un trabajo estable, y el dinero suficiente, regresé y nos casamos. La vida en ese instante, ya fue mejor, porque aunque seguía siendo un Emigrante, al tener también a  mi esposa, lo tuvimos un poco mejor, de esa forma, se consuela uno de forma diferente, teniendo una Gran Compañera al lado.
  NO QUIERO, NI DESEO, QUE NINGUNO DE MI FAMILIA, AMIGOS O CONOCIDOS, TENGA NUNCA, QUE SER UNOS EMIGRANTES COMO LO FUIMOS MI ESPOSA Y YO.

Francisco Domínguez.

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