¡Que
levante la mano, el que quiere ser EMIGRANTE!
Con
las fatigitas que han tenido que pasar, primero, el pensar, que es
lo que me espera hacer, si yo me quedo en mi ¨Patria
Chica¨. En que trabajo, como
formo una familia el día de mañana, que porvenir me espera, mis
padres están en la misma situación, pero ellos son ya mayores y su
vida es otra, yo no puedo pensar en eso; tengo que volar a otra
comunidad, que sea más productiva que la mía, o dar el salto hacía
el exterior, a otro País, donde al cambio de moneda tenga más
ventajas, tengo que realizar lo que sea más práctico y sencillo
para mí. No puedo estar pensando, de que la vida me va a cambiar,
quedándome en este lugar, puede, si tengo un poco de suerte, que pueda
retornar algún día, al pueblo que me vio nacer, posiblemente ya
Jubilado, pero quiero que mis últimos años pasarlos, con la familia
que todavía me quede y puede que algunos amigos de mi época y
conocidos.
¿No
os podéis hacer una idea, lo muchísimo que me he acordado, todos
los días de mi vida, de tener que dejar lo que tanto quería?
Cuando
ponía la Radio y escuchaba a uno de mis cantantes Favoritos: JUANITO
VALDERRAMA, CANTAR. ¨EL EMIGRANTE¨. Se me ponía la ¨Carne de
Gallina¨, cuantas lágrimas no he derramado acordándome de todos, y
de toda; de todos mi familiares y amigos; y de toda mi vida con mi
gente en mi pueblo. Cuantas añoranzas perdidas durante tantos años,
cuantos sufrimientos, acumulados, esperando siempre, ganar un poquito
más, para retornar lo más pronto posible, y poder rehacer mi vida con
los míos, sin poder conseguirlo nunca.
Cuando
algún familiar escribía, contando algunas noticias que pasaban en
el pueblo, al recibir la carta lo primero que afloraba a nuestro
rostro, eran algunas lágrimas, eso antes de saber lo que ponía en
el papel, si luego tenía uno la suerte, de que eran buenas noticias
se reía uno, para sus adentros, pensando siempre en Volver,
y si, por el contrario eran malas, echaba uno en falta no haber podido
estar en ese lugar, ese momento tan señalado.
La
suerte que tuve al tener que salir de mi tierra, es que me dejé,
esperándome, a esa ¨chica¨, que tanto quería y cuando tuve un trabajo
estable, y el dinero suficiente, regresé y nos casamos. La vida en
ese instante, ya fue mejor, porque aunque seguía siendo un Emigrante, al tener también a mi esposa, lo tuvimos un poco mejor, de esa forma, se
consuela uno de forma diferente, teniendo una Gran Compañera al lado.
NO
QUIERO, NI DESEO, QUE NINGUNO DE MI FAMILIA, AMIGOS O CONOCIDOS,
TENGA NUNCA, QUE SER UNOS EMIGRANTES COMO LO FUIMOS MI ESPOSA Y YO.
Francisco
Domínguez.
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