Tenemos
la gran suerte, los aficionados a los toros, las ganaderías que
todavía podemos disfrutar en España; y en otras partes del Planeta
Tierra, que nos gustaría poder hacerlo siempre, sin que haya
algunos que porque no les guste estos espectáculos nos perjudiquen a
los demás, ellos no se dan cuenta que si no fuera por esto, no
existiría estas dehesas que aunque no lo crean, también se puede
considerar ¨Como manchas Forestales¨, dentro de la Península
y en los otros lugares que comparten nuestras aficiones, debido a que
están bien custodiadas y vigiladas por el personal dedicado a la
crianza de dichos animales.
Dejemos la Fiesta de los Toros en paz y dediquémonos, a otros
menesteres más importantes que debemos de prestar más atención.
Hoy
en día que padecemos tanto de los incendios forestales, estas zonas
están libres de esos ¨desarmados¨,
que quieren ver el territorio como si fuese una vía de comunicación,
quiero decir sin árboles, ni nada que se le parezca a una masa
forestal, tan imprescindible en la vida del ser humano.
Francisco Domínguez.
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