domingo, 4 de octubre de 2015

TOREROS.


  ¿Que asignatura y selectividad tan grande, y cuanto sacrificio acumulado durante años?
De Novillero con Picadores, a llegar a tomar la Alternativa como Matador de toros o doctor en la Tauromaquia del Toreo; hay un mundo, muy difícil de alcanzar.
¡Cuantos no ha quedado por el camino antes de ver cumplido sus objetivos!
De esta profesión se nace, ya que tanto Amor, constancia y dedicación es difícil comprender, con los medios tan precarios que tienen la inmensa mayoría para llevar a cabo, el cometido que un día se marcaron en la vida, para hacer el sueño de sus vidas realidad.
A veces se dice cuantas, cornadas te da la vida, porque no salen los proyectos que tiene uno pensados.
Pero las cornadas que dan los Toros, son diferentes; los Toreros deben tener para ponerse delante de un animal tan fiero, una preparación atlética, sin precedentes sin dejar atrás, ese Valor fuera de lo normal, quiero decir superior al resto de los demás humanos, para llevar a cabo esas hazañas tan difíciles a veces de comprender.
Cuando el torero está realizando la faena y el toro se pone a oler el albero y escarbando y el diestro ofreciéndole la muleta para realizar el pase, cuanta Sangre fría y cuanto temperamento debe tener para que se fije el animal en el percal y empezar la faena, en este caso por bajo, y la gran mayoría de los aficionados que están observando la reacción crítica que puede tener el bicho en cualquier momento, se le pone a uno la carne de gallina, pensando siempre lo peor, en esto momentos cruciales se le llama la atención al diestro para que dé por terminada la faena, sin que él se reprima en ningún momento y continúe lo que como profesional tiene la obligación de afrontar y tragándose el Valor queriendo agradar a la concurrencia, se arrima más, más y más dándole ese pase tan necesario y los OLE. OLE, OLE, y OLÉ, se hacen interminables. La banda de música empieza a tocar cualquier Paso-doble, el público se pone en pié y se anuncia de antemano en los primeros lances, lo que en su momento terminará con los máximos trofeos.
Cuando un toro tarda en arrancarse a la muleta que le ofrece el Diestro ¿Que mal lo pasa el que se siente aficionado a la Fiesta?
Cuando vamos a presenciar una corrida de toros, deberíamos ser más Respetuosos y Guardar Silencio cuando comienza el Torero a realizar la faena; nos olvidamos con relativa frecuencia que hay una persona sola en el ruedo de la Plaza, Jugando-se la vida por agradar a esos aficionados que han ido a presenciar su forma de torear. ¿Entre toro y toro tenemos tiempo de sobra para comentar y analizar los pormenores de la faena, no pongamos en juego por una imprudencia nuestra, la vida del que en ese momento, está haciendo todo lo posible para que disfrutemos?
Cuando por T.V., nos están ofreciendo una corrida de Toros que por cierto, cada vez son más escasas, y solamente se escucha la voz del torero llamando la atención del toro, es cuando uno se da cuenta de que en esa Plaza de Toros se palpa la afición por la fiesta.
¿Por qué no procuramos hacerlo en todas las Plazas por igual, salvando la categoría que pueda tener dicho recinto?
Acaso hay que estar siempre llamándole la atención al que tiene uno a su lado, reprimiéndola que hallá ido a presenciar la corrida, si no tiene el menor interés en ello, mejor debería de haber ocupado su tiempo en otro lugar más provechoso y no molestar a los que tienen verdadero placer en disfrutar de algo que les llama la atención y además se siente bien al verlo.
Deberían ir cambiando algunas cosas en las corridas de toros.
Por ejemplo: Todos sabemos, que tienen que darse muchas circunstancias favorables, para que se de bien una corrida, pero a veces no deberíamos dejar sin trofeos una gran Faena, solamente por esto tendríamos que recompensarle no siempre debe salir todo, A pedir de boca, pero esto, en un principio le daría pié al diestro para afinar mejor con la espada a la hora de matar él  próximo toro y llevarse todos los trofeos posibles.
Cambiemos en lo posible el Reglamento Taurino, seguro que hay muchas cosas que se pueden ir cambiando y favorecer más a esas personas que cada tarde se Juegan la Vida en cualquier Plaza de Toros.
No podemos dejar de mencionar a todos los que participan en la corrida.
  • En primer lugar hay que mencionar a los Picadores, sin los cuales no podríamos experimentar la bravura que tiene el Toro y si es bravo o no, según la forma de meter los pitones en el peto del caballo, Los Picadores son en su mayoría toreros a caballo, su forma de llamar al animal para que envista así lo corrobora, en gran parte, depende mucho la lidia de un toro en la forma que el picador con su maestría y buen hacer realiza la Suerte de Varas. Contribuye en gran medida al espectáculo; junto con los ayudante de los Picadores llamados: ¨Monosabios¨ haciendo una labor encomia-ble para ayudar a la persona que realiza su trabajo desde el caballo de picar.
  • Tampoco nos podemos olvidar de los Banderilleros, que labor más importante y sobresaliente tienen en la Fiesta. Ellos si van A pecho descubierto para ponerse delante del Toro y poner Ese Buen Par De Banderillas, la mayoría de las veces; teniendo que saludar desde el tendido por la buena colocación de los Rehiletes.
  • Los mozos de Espada, sin los cuales. El Matador, la mayoría de las veces, carecería de las atenciones tan beneficiosas que le presta con sus servicios, al diestro.
  • El Apoderado, es una pieza esencial en la vida de un Torero, sin el cual no se harían los contratos en las plazas de toros para que el aficionado pueda disfrutar de su quehacer como Torero.
  • El Empresario: Sin los cuales no se firmarían las corridas para poder actuar en cualquier espectáculo taurino.
  • Tampoco nos vamos a olvidar de los Alguacilillos y sino que se lo pregunten a los Matadores cuando, realizan una buena faena a un toro, el que da los Trofeos según las órdenes del Presidente de la Corrida.
  • Otros que no podemos ni queremos olvidar es el que lleva la Parada de Cabestros, haciendo una labor muy importante sobre todo y lo que le gusta a uno Cuando se produce el Indulto de un Toro.
  • Y por último los Areneros sin los cuales las Plazas no estarían de esa forma tan cuidada como se presentan.
  • Y a todos ellos en general hay que saber reconocerle el trabajo bien hecho, para que cuando termine el Festejo salir todos con un buen sabor de Boca.

Francisco Domínguez.

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