¿Como
es posible, con el sacrificio, la dedicación y la fuerza de
voluntad, se pueda pensar y a veces comentar de dejar de presenciar
una Corrida de Toros?
Cuanto
entrenamiento, no tiene que dedicar una persona, en el momento que
está decidido a ser NOVILLERO.
Este
oficio requiere muchos requisitos, más de lo que la gran mayoría,
se pueda imaginar y que no está al alcance de todos. Los que piensan
en hacerse toreros, porque son infinidad de cualidades, que deben tener y dejar, muchas
cosas, en la Cuneta de la vida, para dedicarse en cuerpo
y alma a este oficio tan duro, y a la vez tan bello.
Cuantos son, los que probaron en su momento y tuvieron que desistir, bien por razones personales o de otra índole, y se dieron cuenta, que no tenían las capacidades, que deben tener para esta bonita y difícil profesión.
Cuantos son, los que probaron en su momento y tuvieron que desistir, bien por razones personales o de otra índole, y se dieron cuenta, que no tenían las capacidades, que deben tener para esta bonita y difícil profesión.
Ahora,
lo tienen muy fácil, ya que gracias a la voluntad y entrega de Unos
Señores que en su día la mayoría fueron TOREROS, AYUDAN
CON SU ESFUERZO Y DEDICACIÓN CONSTANTEMETE, DE QUE LAS ESCUELAS
TAURINAS HAGAN UNA LABOR IMPORTANTÍSIMA
y que hallan salido muchos Chavales con la lección
bien aprendida, y dónde han llegado con mucho esfuerzo a ser Matadores de Toros; que
con el tiempo hemos disfrutado de esas lecciones aprendidas por esos
profesionales, que en su día les enseñaron esa tarea, tan dura y apasionante
y a la vez tan bonita, para el que la comprenda y sepa disfrutarla.
Muchísimas gracias a los Profesores de esas Escuelas Taurinas por
poner esos años de entrega y dedicación al servicio de unos
Chavales/as. Para que con el tiempo puedan demostrar, lo que en su
momento con tanto cariño les enseñaron y que puedan hacer
sus pinitos en esta profesión tan difícil, tan delicada, tan
sacrificada, con tantos sinsabores; que la mayoría de las veces
tienen que soportar, por la poca profesionalidad de algunos señores,
que creen que no les van a llenar las localidades de las Plazas.¿Si
no les damos esa oportunidad que tanto esperan, cómo queremos que la
Fiesta continúe? Debemos ser más conscientes con las
necesidades que atraviesan y que algún día no muy lejano nos
devuelvan el favor que ahora le brindamos; si lo hacemos así,
posiblemente seremos recompensados de alguna manera. Y que con el tiempo disfrutemos de sus capacidades, como Matadores de Toros.
Cuantos
no estarían en el escalafón, si hubieran tenido esas mínimas
oportunidades, que tan precisas y necesarias son cuando uno empieza,
algo que realmente le gusta y merece la pena sacrificarse por él.
¡Porque ellos lo han elegido! Y hay que ayudarles con todos los
medios que sean necesarios para llevar a buen puerto esa nave,
que en su día quisieron aprender a conducir; y que no debemos en
ningún momento quitarles las ilusiones que con tanta alegría y
satisfacción pusieron en práctica para que no se vanagloriara.
¨Debemos
poner toda la carne en el asador¨, para que estos Chavales tengan más
oportunidades. Debemos pensar que si no tienen la experiencia que
necesitan, porque deben estar bien preparados, para el cometido que
ellos han decidido elegir, y asumir voluntariamente; para que en un
día no muy lejano, puedan ofrecernos lo que llevan dentro, y que
nosotros disfrutemos con ellos.
Seamos
más humanos y no dejemos escapar lo que con tanto Amor quieren
aprender, para que la fiesta pueda continuar adelante después de
tantos contratiempos, que últimamente está teniendo por unos
señores, que seguramente no habrán visto nunca en su vida un
corrida. Y lo que realmente pretenden: es quitar las ilusiones de quien disfruta con la Fiesta. como la mayoría de las veces ocurre.¿Si
hay alguien que no les guste, las corridas de toros, pues ya saben lo
que deben hacer. ¡¿Por qué tienen que Fastidiar
al que disfruta con ello?!
A
todos no nos pueden gustar las mismas cosas. ¿Por qué no dejan, que
los aficionados, si en algún momento no disfrutamos, seamos los
primeros en revindicar o rechazar, sin necesidad de que halla
intermediarios en dichos asuntos?
Francisco
Domínguez.
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