ALGUNOS
PIENSAN QUE NO VAN A SER MAYORES NUNCA:
Siempre
me ha gustado dialogar con mis mayores. Cualquier historia que tienen
en su retina, son dignas de hacer un libro de ellas.
Cuando
hay alguien a su alrededor y ellos se dan cuenta, de que sus relatos
nos interesan, se les cambia la cara de ser seria y aburrida a
desprender sabiduría.
¿Porqué
no consumimos un poco de tiempo en escuchar los comentarios o
vivencias de nuestros mayores en vez de atender a menudencias
banales, que no vamos a sacar ningún beneficio de ellas?
Prestemos
más atención a Nuestros Mayores.
Nosotros algún día llegaremos a ocupar ese lugar que ellos nos
dejaron.
¿Por
qué no hablamos con ellos de vez en cuando? Estarían muy contentos
de que alguien se les acerque, aunque sólo sea para saludarlos y
prestarles un poco de atención. ¡Qué tan faltos están de ella!
Cuando nosotros lleguemos a su edad si hemos sembrado correctamente
en el Corazón de nuestros semejantes, puede que alguien se acerque y
nos diga una palabra amable, como por ejemplo: ¡Buenos días,
Abuelo! ¿Qué tal se encuentra usted hoy? ¿Ha dormido bien?
¡Esperamos verlo muchos años! ¡Su presencia nos alegra él Alma! Hasta
luego, abuelo.
Francisco
Dominguez.
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