Es
un perrito de las misma características del que teníamos nosotros,
que se llamaba Paso-Doble.
Es
un amigo, muchos días cuando vamos a pasear, no lo llevamos con
nosotros, nunca tiene pereza para acompañarnos. ¡Ahora que no tengas
algún vecino que te encuentres por el camino y te pares a charlar un
momento! ¡Eso no te lo consiente! ¿Que tú me hallas sacado a pasear y
porque te encuentres un conocido te pares a hablar con él? ¡Eso ni
hablar! aquí venimos hacer deporte, ¡Para comunicarnos con otras
personas hay que buscar otros momentos más apropiados! Y con esto
quiero decir; que cuando él se encuentra un poco aburrido, por el
tiempo que estás tardando en reanudar la marcha, te empuja, a
veces, con lo pequeño que es, lo hace con fuerza para que no se pare
uno tanto y prosiga caminando que es a lo que ha salido.
Cuando
nosotros teníamos a nuestro Perrillo y nos encontrábamos cuando él
iba con sus dueños, le gustaba mucho jugar, se llevaban bastante
bien y por el pelaje se diría que parecían hermanos.
Ahora,
ya que no tenemos al nuestro, nos encanta salir con Bacardy.
Aunque siempre suele ir por delante nuestra, no quiere decir que se
va aventurar a echarse por otro camino, suele mirar de vez en cuando
para saber a donde nos dirigimos nosotros y si nos falta un gran
trecho para llegar dónde él se encuentra se para hasta que
llegamos; casi siempre solemos llevar alguna cosa para darle y
cuando se adelanta en el camino y queremos que retroceda para ponerse a nuestra
altura, lo llamamos ¡Hay que ver con lo pequeña-jo que es y lo que
corre, da la sensación que está haciendo sus pinitos para competir
en alguna carrera, cuando llega, le damos la correspondiente
golosina y si tardamos en dársela, da unos brincos exagerados, para
coger el premio que le tenemos preparado.
Cuando
vamos y le decimos a los dueños de sacarlo de paseo hay que ver cómo
no lo agradece, que saltos da que carantoñas nos hace, como se nota
que nos quiere, como nosotros a él, cuando por cualquier
circunstancia se nos olvida llevarle algo no se enfada, pero si nos
ve sacar algo del bolsillo se piensa que habíamos olvidado, en darle
lo que fuese y al decirle que no tenemos nada para él, casi que se
consuela y pensará: en otra ocasión será.
Cuando
sentimos algún vehículo tenemos mucho cuidado y lo atamos, porque
aunque una vez lo arrolló alguno y debería tenerles miedo es al
contrario se lanza para ellos y tememos de que le pueda ocurrir
algo.
También
es muy valiente con otros perros sobre todo si son mucho más grandes
que él, algunas veces, cuando se pone muy fanfarrón con alguno
grande no se lo consiente pero él ¨erre que erre¨, hasta que algún día
le diga alguno que ese no es el camino, aunque si eso llegara y
estuviera con nosotros esperamos que lo llevemos atado.
Quitando
estas anécdotas a veces tan curiosas, es un Anima-lito que
aunque no sea de una raza definida, eso carece de importancia ya que
tiene unas cualidades, que otros teniendo ese nombre de raza para
diferenciarlo. A BACARDY, no le hace falta eso, que para algunos/a es
tan importante y además pagan mucho por ello.
Francisco
Domínguez.
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