PROFESIONALES DEL VOLANTE:
CAPÍTULO II
Ese
día había llovido en cantidad he íbamos subiendo para llegar al
Pueblo de Lanjarón (Granada); no habríamos recorrido un par de Km.,
cuando nos encontramos a una persona que estaba indicándole a los
vehículos grandes que no se podía pasar porque un camión Trailer
había hecho una tijereta
en una curva a consecuencia del mal estado de la vía y posiblemente
no podría pasar.
El
Conductor del Autocar dónde yo iba, se bajó y se desplazó al lugar
donde estaba este otro vehículo, estuvo unos momentos observando de
que manera podría solventar aquel escoyo y se volvió, se subió al
vehículo y fue pasando muy despacio, hasta que terminó la Maniobra
sin llegar a tocar en ningún momento al otro vehículo y lo hizo Con
Desparpajo y sabiendo en todo momento lo que se Jugaba.
¨ÉSTE
ÁNGEL DE LA GUARDA¨,
estaba más que justificado, si Él no hubiera querido hacer esa
maniobra tan peligrosa.
En cambio al realizar-la, se
probó a sí mismo y a nosotros nos hizo un Gran Favor.
Puesto
que si esto no hubiese ocurrido, no se sabe el tiempo que hubiéramos
permanecido en aquel lugar.
Acto
seguido me Levanté de mi asiento y dije para que el Conductor me
oyera.
Las
buenas Acciones hay que Aplaudirlas y las malas denunciarlas, algunos
de los viajeros aplaudieron conmigo no tantos cómo yo hubiese
querido.
Pero
quedó de Manifiesto que estábamos Agradecidos por Su Arrojo y
Valentía.
LE
DOY LAS GRACIAS PERSONALMENTE, POR LA HAZAÑA QUE HIZO SIN TENER
NINGUNA NECESIDAD.
Al
bajarme del Autocar me dio las gracias.
Francisco
Domínguez.
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