jueves, 11 de febrero de 2016

LOS TIEMPOS DE ANTAÑO.

  Cuanto, echamos de menos la gran mayoría de nosotros los tiempos pasados. La educación en las personas. ¿Que un niño; pasaba al lado de una persona mayor y no lo iba a saludar, aunque no lo conociese? Eso era impensable de imaginar, cuantas añoranzas se pierden al paso de los años y ser tan ilusos, que se cree uno, que la vida va a cambiar a mejor y la mayoría de las veces es al contrario. Como nos vamos atrever a regañarle a cualquier chaval, por algo que creemos que no está bien, cuando sabemos, que nos va a saltar con cualquier Palabrota que se le ocurra en ese momento. Lo que hacemos es callarnos y regañarle para nuestros adentros y si tenemos la complicidad, en ese momento de otra persona que tenga más o menos nuestra edad, echarle una mirada de complicidad, para que recuerde, que en nuestros tiempos las cosas no marchaban como hoy; con tanto pasar la mano a los pequeños, ellos mismos pueden que recapaciten y se den cuenta de sus faltas algún día.
  Ya que estamos hablando de los niños, que sentido tiene, que vayan a la escuela, ¿Cargados como Borriquitos con tantos Libros encima si luego la gran mayoría de ellos no saben lo que es Respetar a sus mayores? Aunque algunas veces se oye decir, si no respetan a sus padres; lo van a respetar a usted.
  Como se están educando y   es por tanto capricho, como se les consiente, por tal que nos dejen tranquilos/a y no nos caliente la cabeza.
  Dejamos este asunto aparcado y nos vamos ahora a coger cualquier transporte público, que tengamos necesidad, por problemas, que se nos hace tarde el llegar al lugar de destino o las distancias, la cuestión es que al no ser tan jóvenes cómo antes y no tener la misma habilidad lo cogemos; las piernas nos van fallando con el tiempo y otros achaques que no faltan y al subirnos en ese transporte, nos damos cuenta, que tenemos que ir bastante lejos y ¡Tener que ir de pie que fastidio! Pues sí vas a tener que aguantarte, porque aunque van varios jóvenes ocupando la mayoría de los asientos, no creo que ninguno se atreva a cederte el asiento; eso ya no se Estila, está muy anticuado, pensarán los niños.  Seguro que pensarán ellos, cuando mis padres eran jóvenes existía esa Moda de levantarse para que se sentara una persona mayor, en el asiento que nosotros le dejábamos libre, para que lo hiciera él; pero Hoy en Día Es de Catetos. ¡Si; me voy a levantar Yo para que se siente este Tío que No lo Conozco de nada! ¡Por no faltarían más que eso! ¡Y además para que se rían mis compañeros de mí de lo caritativo que soy! Estos chavales cuando ellos lleguen a la edad, de la persona mayor, que se ha subido en el transporte, tendrán que llevar una Silla Plegable para no esperar a que cualquier persona le seda el asiento.

Francisco Domínguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario