Cuanto,
echamos de menos la gran mayoría de nosotros los tiempos pasados. La
educación en las personas. ¿Que un niño; pasaba al lado de una
persona mayor y no lo iba a saludar, aunque no lo conociese? Eso era
impensable de imaginar, cuantas añoranzas se pierden al paso de los
años y ser tan ilusos, que se cree uno, que la vida va a cambiar a
mejor y la mayoría de las veces es al contrario. Como nos vamos
atrever a regañarle a cualquier chaval, por algo que creemos que no
está bien, cuando sabemos, que nos va a saltar con cualquier
Palabrota que se le ocurra en ese momento. Lo que hacemos es
callarnos y regañarle para nuestros adentros y si tenemos la
complicidad, en ese momento de otra persona que tenga más o menos
nuestra edad, echarle una mirada de complicidad, para que recuerde, que en
nuestros tiempos las cosas no marchaban como hoy; con tanto pasar la
mano a los pequeños, ellos mismos pueden que recapaciten y se den
cuenta de sus faltas algún día.
Ya
que estamos hablando de los niños, que sentido tiene, que vayan a la
escuela, ¿Cargados como Borriquitos
con tantos Libros encima si luego la gran mayoría de ellos no saben
lo que es Respetar a sus mayores? Aunque algunas
veces se oye decir, si no respetan a sus padres; lo van a respetar a
usted.
Como
se están educando y es por tanto capricho,
como se les consiente, por tal que nos dejen tranquilos/a y no nos
caliente la cabeza.
Dejamos
este asunto aparcado y nos vamos ahora a coger cualquier transporte
público, que tengamos necesidad, por problemas, que se nos hace
tarde el llegar al lugar de destino o las distancias, la cuestión
es que al no ser tan jóvenes cómo antes y no tener la misma
habilidad lo cogemos; las piernas nos van fallando con el tiempo y
otros achaques que no faltan y al subirnos en ese transporte, nos
damos cuenta, que tenemos que ir bastante lejos y ¡Tener que ir de
pie que fastidio! Pues sí vas a tener que aguantarte, porque aunque
van varios jóvenes ocupando la mayoría de los asientos, no creo que
ninguno se atreva a cederte el asiento; eso ya no se Estila, está
muy anticuado, pensarán los niños. Seguro que pensarán ellos, cuando mis padres eran jóvenes
existía esa Moda de levantarse para que se
sentara una persona mayor, en el asiento que nosotros le dejábamos
libre, para que lo hiciera él; pero Hoy en Día Es de Catetos. ¡Si;
me voy a levantar Yo para que se siente este Tío que No lo Conozco
de nada! ¡Por no faltarían más que eso! ¡Y además para que se
rían mis compañeros de mí de lo caritativo que soy!
Estos chavales cuando ellos lleguen a la edad, de la persona mayor, que se ha subido
en el transporte, tendrán que llevar una Silla
Plegable para no esperar a que cualquier persona le seda el asiento.
Francisco
Domínguez.
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