domingo, 7 de febrero de 2016

RECUERDOS DE MI NIÑEZ.V.

     No quiero dejarme en el "Tintero", algunas anédotas, como por Ejemplo: cuando mi tita me dijo, algunos días cuando yo no puedo; tus primos van y ordeñan las cabras, esta mañana lo vas hacer tú; ya que todos tenemos que ir arrimando el hombro, para que todo marche mejor. Recuerdo como si fuese ayer, que cogí el recipiente que tenían para hacerlo, y me fui en busca de los animales y sé también, que ese cometido no me lo encargaron en lo sucesivo; no quiero ahondar en como quedó el cacharro donde se suponía que tenía que ir el Preciado Liquido.
     En el Cortijo había muchos animales entre ellas como nó, las amadas Gallinas que huevos más ricos, como se disfruta en el campo con los alimentos Ecológicos; hoy en día nos comemos los Huevos y da la sensación que en vez de comerse las Gallinas el Pienso, no lo comemos Nosotros,  hay que ver el Color que tienen. Saco a relucir estos animales, porque cuando se tienen cincuenta o sesenta Gallinas en un corral y estás pendiente todos los días de ellas, siempre te das cuenta si falta alguna; y es lo que ocurrió, que mi Tita estaba preocupada, porque una de sus mejores Gallinas, se había extraviado, pensando siempre lo peor de que algún zorro le habría servido de Cena, en alguna ocasión, la pobre estaba desesperada pensando y calentándose la cabeza, por ese animal que se había extraviado, siendo una de las más Ponedoras del Gallinero; ya casi había perdido las esperanzas de encontrar a una de sus Gallinas preferidas, y seguramente no habrían pasado un par de días más, cuando a lo lejos se divisó a ese animal, tan esperado y seguro; que algunas lágrimas, caerían cuando se perdió y al reencuentro, cuando la Gallina apareció Con Quince o Veinte Pollitos detrás de ella, que Alegría más grande, esa fue la Comidilla de los días posteriores. Ya se comentaba, ¡Como es posible con la cantidad de alimañas que hay; que este animal halla podido sacar esa palvilla de Pollitos! También hay que decir que cada dos semanas o aprovechando los días de mercado semanal, se bajaba al pueblo a vender una gran parte de aquellos sabrosos huevos, que siempre sabían a poco, según la gente  se los quitaban de las manos, como se suele decir, cuando algo le gusta a la mayoría.
     Y por último, no se puede, ni se debe de olvidar la noche del "ARROZ CON LECHE", de esa leche de Cabra tan buena recien ordeñada, no por mí, por cierto sino, por manos expertas en esos menesteres. De todas las veces que nos hemos encontrado después de aquella Aventura, siempre ha salido a relucir "EL ARROZ CON LECHE", que por cierto mi Tita era una gran Cocinera. Yo no recuerdo cuantos Litros se hicieron, lo que sí recuerdo que a mi, "Pobre Primo", lo tuve, toda la noche con el Candil en la mano alumbrándome, ya que en aquellos tiempos se carecía de cuarto de aseo. Siempre me acordaré del Arroz, no llegué a aborrecerlo pero ya lo como de tarde en tarde.
     Los momentos Buenos, no debe uno de olvidarlos y los Malos tampoco, para no repetirlos.

Francisco Domínguez.

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