SALIDA
A EUROPA
CAPÍTULO
VII
Cuando
nos tocó el turno por la mañana en la Embajada de
Bielorrusia y le entregamos mí
pasaporte, estuvieron haciendo los tramites oportunos del Visado,
cuando terminaron le dijeron a mi esposa que para terminar dicho
requisito teníamos que desplazarnos al Banco
para pagar la Cuota
correspondiente que ocasionan dichos trámites. Nos desplazamos junto
con otras personas que iban hacer lo mismo y estando en el Local, la
cola iba pasando siempre con algunos problemillas como suele pasar en
estos establecimientos de que algunos in-comprensivos, no saben o no
quieren guardar su turno y la manera de hacerlo es incordiando a los
Pobres
Sufridores, que
tenemos la misma prisa que ellos, pero con la ventaja de tener
prioridad. Cuando llegaba nuestro turno los Ordenadores
empezaron a ponerse Cachondos
es decir; no querían seguir haciendo esa labor tan imprescindible e
importante que hoy en día no sabríamos como solucionarlo si no
fuese por estos equipos. La cuestión es que le dije a mi esposa
cuando estaban renqueando los aparatos, mira que si es por mí, de
que tengo mucha Energía y ellos no están conforme conmigo,
empezamos a reírnos, pero de momento me dijo, deberías salirte a la
calle puede que tengas razón y no les guste que estés
observándolos, la cuestión que le seguí la broma a mi esposa y
acto seguido los Ordenadores
empezaron a coger otra vez su ritmo. Eso ya fue la comidilla de la
mañana, entre nosotros y posiblemente, alguien más se daría cuenta,
siempre suele haber personas que no se les escapa ningún detalle.
Al
regreso del Banco, con el papel que nos habían dado lo entregamos en
la Embajada y
por FIN Y DÁNDOLE LAS GRACIAS A DIOS Y A TODOS LOS QUE SE
ENCUENTRAN CON ÉL EN EL CIELO, nos entregaron el
Pasaporte con su correspondiente VISADO. Cuantas penurias tuvimos que
pasar hasta llegar ese momento; la suerte nuestra fue también el no
tener problemas con el idioma no, por la Embajada sino por la FAMILIA
DE POLACOS, QUE HICIERON LO INDECIBLE, PORQUE ESTUVIERAMOS LO MÁS
CÓMODOS Y RELAJADOS, HASTA LLEGAR ESOS MOMENTOS Y EN TODO EL TIEMPO
QUE ESTUVIMOS CON ELLOS, NOS DEJARON ESTOS EJEMPLOS: DE AMISTAD, SIN
CONOCERSE DE COMPARTIR SU HOGAR TODO EL TIEMPO QUE LO NECESITAMOS, DE
DARNOS, AFECTO, CARIÑO, COMPRENCIÓN, EL ESTAR PENDIENTE DE
NOSOTROS LA FAMILIA AL COMPLETO Y POR SI FALTARA ALGO MÁS, COMIDA,
CAMA, ESTOS ÁNGELES PERDURARÁN TODA NUESTRA VIDA EN NUESTROS
CORAZONES, PORQUE NOS DIERON UNA LECCIÓN DIFICÍLMENTE DE OLVIDAR,
QUE DIOS LOS CONSERVE SIEMPRE BUENOS Y SANOS PARA QUE OTRAS PERSONAS
PUEDAN REPETIR LO MISMO QUE NOSOTROS. NUNCA OS OLVIDAMOS Y SIEMPRE
ESTAREIS EN NUESTROS PENSAMIENTOS. Después de todo esto regresamos a
casa de la familia polaca, cuando los padres vinieron de su trabajo,
lo primero que salió a relucir antes de enseñarle el Visado del
Pasaporte fue la Anécdota de los Ordenadores cómo es de suponer se
alta-ron de reír no es para menos, cuando llegó la hora de comer lo
hicimos TODOS JUNTOS COMO SI SE TRATARA DE UNA FAMILIA DE HECHO, no
había diferencias entre unos y otros, COMO SE PUEDE QUERER TANTO A
PERSONAS QUE NO SABÍAS QUE EXISTÍAN, EN OTRAS CIRCUNSTANCIAS, SI NO
SE HUBIERA DADO, TODO ESTE PROCESO QUE NOS OCURRIÓ.
Cuando
llegó la noche todo se puso en marcha ya que nos íbamos en el Tren,
para ello Este Maravilloso Hombre, sacó su vehículo de la cochera,
puso las correspondientes maletas en él y nos subimos en el coche,
después claro está de habernos despedido del resto de la Familia,
por supuesto con alguna lágrima.
Una
vez que empezamos a andar con el coche nos acompañaba en el trayecto
hasta la Estación Férrea un amigo de nuestro Benefactor, cuando
llegamos al lugar estuvimos esperando fuera de la misma para verlo
venir ya que la parada era bastante corta y temíamos no poder
alcanzarlo, por cierto hacía un frío que pelaba; cuando llegó
aquel pedazo de tren y al estar un poco retirado de donde pasaba,
tuvimos que correr un poco todos para quedarnos bien con el número
de vagón y subirnos a él. Con las prisas casi no pudimos
despedirnos como nos hubiese gustado hacerlo, pero tanto de una, cómo
de otra parte, estas cosas siempre son fácil de comprender.
Cuando
nos subimos al Tren nos relajamos y descansamos, PERO EN NUESTROS
CORAZONES FALTABA ESE CARIÑO TAN MARAVILLOSO QUE DEJAMOS ATRÁS.
Francisco
Domínguez.
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