jueves, 18 de febrero de 2016

SALIDA EUROPA DEL ESTE.CP.VII.

SALIDA A EUROPA
CAPÍTULO VII

  Cuando nos tocó el turno por la mañana en la Embajada de Bielorrusia y le entregamos mí pasaporte, estuvieron haciendo los tramites oportunos del Visado, cuando terminaron le dijeron a mi esposa que para terminar dicho requisito teníamos que desplazarnos al Banco para pagar la Cuota correspondiente que ocasionan dichos trámites. Nos desplazamos junto con otras personas que iban hacer lo mismo y estando en el Local, la cola iba pasando siempre con algunos problemillas como suele pasar en estos establecimientos de que algunos in-comprensivos, no saben o no quieren guardar su turno y la manera de hacerlo es incordiando a los Pobres Sufridores, que tenemos la misma prisa que ellos, pero con la ventaja de tener prioridad. Cuando llegaba nuestro turno los Ordenadores empezaron a ponerse Cachondos es decir; no querían seguir haciendo esa labor tan imprescindible e importante que hoy en día no sabríamos como solucionarlo si no fuese por estos equipos. La cuestión es que le dije a mi esposa cuando estaban renqueando los aparatos, mira que si es por mí, de que tengo mucha Energía y ellos no están conforme conmigo, empezamos a reírnos, pero de momento me dijo, deberías salirte a la calle puede que tengas razón y no les guste que estés observándolos, la cuestión que le seguí la broma a mi esposa y acto seguido los Ordenadores empezaron a coger otra vez su ritmo. Eso ya fue la comidilla de la mañana, entre nosotros y posiblemente, alguien más se daría cuenta, siempre suele haber personas que no se les escapa ningún detalle.
  Al regreso del Banco, con el papel que nos habían dado lo entregamos en la Embajada y por FIN Y DÁNDOLE LAS GRACIAS A DIOS Y A TODOS LOS QUE SE ENCUENTRAN CON ÉL EN EL CIELO, nos entregaron el Pasaporte con su correspondiente VISADO. Cuantas penurias tuvimos que pasar hasta llegar ese momento; la suerte nuestra fue también el no tener problemas con el idioma no, por la Embajada sino por la FAMILIA DE POLACOS, QUE HICIERON LO INDECIBLE, PORQUE ESTUVIERAMOS LO MÁS CÓMODOS Y RELAJADOS, HASTA LLEGAR ESOS MOMENTOS Y EN TODO EL TIEMPO QUE ESTUVIMOS CON ELLOS, NOS DEJARON ESTOS EJEMPLOS: DE AMISTAD, SIN CONOCERSE DE COMPARTIR SU HOGAR TODO EL TIEMPO QUE LO NECESITAMOS, DE DARNOS, AFECTO, CARIÑO, COMPRENCIÓN, EL ESTAR PENDIENTE DE NOSOTROS LA FAMILIA AL COMPLETO Y POR SI FALTARA ALGO MÁS, COMIDA, CAMA, ESTOS ÁNGELES PERDURARÁN TODA NUESTRA VIDA EN NUESTROS CORAZONES, PORQUE NOS DIERON UNA LECCIÓN DIFICÍLMENTE DE OLVIDAR, QUE DIOS LOS CONSERVE SIEMPRE BUENOS Y SANOS PARA QUE OTRAS PERSONAS PUEDAN REPETIR LO MISMO QUE NOSOTROS. NUNCA OS OLVIDAMOS Y SIEMPRE ESTAREIS EN NUESTROS PENSAMIENTOS. Después de todo esto regresamos a casa de la familia polaca, cuando los padres vinieron de su trabajo, lo primero que salió a relucir antes de enseñarle el Visado del Pasaporte fue la Anécdota de los Ordenadores cómo es de suponer se alta-ron de reír no es para menos, cuando llegó la hora de comer lo hicimos TODOS JUNTOS COMO SI SE TRATARA DE UNA FAMILIA DE HECHO, no había diferencias entre unos y otros, COMO SE PUEDE QUERER TANTO A PERSONAS QUE NO SABÍAS QUE EXISTÍAN, EN OTRAS CIRCUNSTANCIAS, SI NO SE HUBIERA DADO, TODO ESTE PROCESO QUE NOS OCURRIÓ.
  Cuando llegó la noche todo se puso en marcha ya que nos íbamos en el Tren, para ello Este Maravilloso Hombre, sacó su vehículo de la cochera, puso las correspondientes maletas en él y nos subimos en el coche, después claro está de habernos despedido del resto de la Familia, por supuesto con alguna lágrima.
  Una vez que empezamos a andar con el coche nos acompañaba en el trayecto hasta la Estación Férrea un amigo de nuestro Benefactor, cuando llegamos al lugar estuvimos esperando fuera de la misma para verlo venir ya que la parada era bastante corta y temíamos no poder alcanzarlo, por cierto hacía un frío que pelaba; cuando llegó aquel pedazo de tren y al estar un poco retirado de donde pasaba, tuvimos que correr un poco todos para quedarnos bien con el número de vagón y subirnos a él. Con las prisas casi no pudimos despedirnos como nos hubiese gustado hacerlo, pero tanto de una, cómo de otra parte, estas cosas siempre son fácil de comprender.
Cuando nos subimos al Tren nos relajamos y descansamos, PERO EN NUESTROS CORAZONES FALTABA ESE CARIÑO TAN MARAVILLOSO QUE DEJAMOS ATRÁS.

Francisco Domínguez.

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