sábado, 6 de febrero de 2016

RECUERDOS DE MI NIÑEZ.IV,

 No quiero olvidarme, el día que se hacían"Migas", eran momentos muy especiales, el día anterior, posiblemente se abría pensado en desplazarse al pueblo, para comprar alimentos y de camino hacernos con unos cuantos kgm., de pescado para las sabrosas y suculentas "Migas", normalmente eran sardinas o boquerones o ambos. Para este alimento tan codiciado en algunas Regiones, antes se necesitaban manos muy expertas en el manejo de la "Racera", y la harina, mayormente de maíz, muy laboriosa para realizar este alimento.
     Hoy en día se utiliza otra harina, mucho más manejable y especial para ello, llamada de "Sémola".
      Se salía del Cortijo con las claras del día de las seis o siete de la mañana, con idea de estar de vuelta sobre las catorce o quince horas, casi siempre iba uno acompañado porque se procuraba de ir los días de mercado, donde se concentraban, gran afluencia de personas, de todos los alrededores y posiblemente tuviera uno que vender también, algún producto. Una vez finalizado todo lo que se tenía en mente que realizar en el pueblo, y de regreso a casa con todos los encargos y compras realizadas, que bien se sentía uno, cuando se iba aproximando la hora de  llegada al Cortijo. Después de haber hecho todas las compras, era un acontecimiento muy esperado por todo lo que tenía uno que comunicar a los que se habían quedado esperando el regreso, de este familiar que había tenido que hacer  este importante cometido. Tendría que contar al resto de los presentes que estaban expectantes de su llegada de nuevos resultados, acaecidos durante los quince o veinte días sin bajar al pueblo.
  Una vez que llegó, el familiar que venía del pueblo, descargó todo del mulo, llevó al animal a la cuadra, le puso el pienso y él, se aseó del viaje. Las "Migas", casi estaban en su punto. Antes de sentarnos para comer, a los niños nos encargaron de que cogiéramos una cesta de Brevas, que por cierto había unas cuantas higueras breve-ras bastante buenas todas ellas. Cuando regresábamos ya se estaba acomodando la familia alrededor de la "Sarten", para degustar la suculenta comida, que mi Tita, con todo su Amor y Cariño había preparado para Nosotros. Que trabajo más grande tuvo que hacer la pobre, para tener a punto todo lo que había preparado, con solo hacer las Migas, con la Harinas de Maíz tan difíciles de desliar la masa. A fuerza de RACERAZOS, una y mil veces, hasta ponerlas a punto, cuantas fatiguitas, a  sin, le caían a la Pobre, los Sudores del esfuerzo realizado y del calor del fuego al hacerlas. Aunque luego se veía compensada con creces, por la forma y los parabienes que le dábamos de aliento toda la familia en general.
     Este plato se le acompaña con muchas viandas, por ejemplo: Sandía, Melón, Pimientos verdes fritos, Jamón y Tocino frito, añoras fritas, orejones, Brevas y como no, Las Sardinas y Boquerones y todo esto lo acompañaban los mayores con un buen Vino de la Tierra, los niños con algún zumo y cómo no un gran gazpacho para todos.
     Y para terminar estas vivencias difícil de olvidar, me queda por recordar la elaboración del Pan. Para tal fin, tenían mis Titos, una habitación con el horno incorporado. En un recipiente de madera que se llamaba "Alteza", es donde se preparaba y se hacía la masa para el Pan casi siempre de ocho a diez Piezas de dos Kgm., aproximadamente cada uno. Que panes más Ricos, todo lo que comíamos sabía a Gloria, porque había unas personas Maravillosas, que ponían todo su saber y empeño en que salieran los alimentos como tienen que salir, cuando se pone AMOR Y CARIÑO EN LO QUE SE HACE.
     MUCHAS GRACIAS, POR ESOS MOMENTOS DE MI VIDA. INOLVIDABLES OS RECORDARÉ SIEMPRE.

Francisco Domínguez.

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